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martes, 29 de marzo de 2005

Post Semana Santa

Ya hemos vuelto, 2 horas de atasco en la entrada a Zaragoza por la A-68, relojes y niños todavía empeñados en marcar una hora que ya no es y la depre a punto de alcanzarnos. Tenemos que contarlo todo, sin tiempo, porque al parecer la vida avanza. Hay cosas que se mueven allí afuera y nosotros vamos en el mismo lote. No me alcanzará la depre, prefiero los nervios y la posibilidad de equivocarme, la metedura de pata como una reivindicación no negociable y a ritmo perfecto de la primavera. Y estudiar, claro. Y algún post sobre bragas, bodas y bebercios. ¿Seguís ahí?.

5 comentarios:

  1. Una hora y media o más para cruzar Zaragoza y yo sin ponerme nervioso. A mi mente venían historias de bodas, calzoncillos y demás artículos del hogar que me marcaban una sonrisa de oreja a oreja. El paisaje era de lo más variopinto, jóvenes, viejos, niños que asoman por las ventanas, pies en cima del salpicadero, bocatas, cigarrillos, bebidas y objetos estrellándose contra el asfalto mientras escuchábamos música de la P.R. y S.A. entre otras cosas. A la entrada del país vecino la cosa fue “mejor” y llegamos a nuestro destino transcurridas 8 horas de viaje “ manda güevos “.

    Después del Vía Crucis de las bodegas la cena y la recena creo que la penitencia de la carretera ha pagado nuestros pecados veniales. Cono! y hablando de pecados he recordado que tengo que regañar a los políticos por lo del ADSL.

    Jo! Eldíaqueyomentienda cambiaré el mundo

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  2. A ver, que yo volví y me pasé por aquí un segundo y ví a éstos que estaban con la depre y dije: ¡quita, qué los temo!.
    En Valencia, estupendo. Ya sabeis todos que me fuí sola, ¿no?. Pues nada, hijas, que una ha nacido con estrella. En Valencia, paseando por la playa, me encontré nada menos que con Hans. Hans, para poneros un poco al tanto, es un tipo alemán del que enamoré cuando tendría unos 16 años. Una no era muy viajada entonces y le pasaban esas cosas. Pues bien, estuve tan enamorada que cada día le escribía una declaración, a cual más blanda. Las primeras no se las dí, claro, pero de tanto escribirlas y pensarlas y volverlas a escribir, ya no recordaba si había acabado entregándole alguna. Lo que era seguro, porque supongo que esas cosas no se olvidan, es que, con declaración o no, aquello no había llegado a más. Y al volver a encontrármelo, viajada o no, me volvió a dar un sopetón (no ya tanto por lo guapo que seguía siendo como por el bochornazo de si había acabado entregándole alguna de aquellas estúpidas cartas). Por su saludo parecía que no, respiré y, solo entonces, me dí cuenta de que Hans seguía siendo el alemán mas guapo que yo había visto nunca y que, viajada o no, a los 16 años, yo ya no tenía tan mal gusto. Y además, como en Valencia la primavera llega antes, me quité el mp3 y dije: ¡qué sea lo que dios quiera!. Tanto, tanto, que estuve a punto de hablarle de rosiclé. Menos mal que tenía un rioja a mano y dije: ¿para qué?, éste es capaz de enamorarse de mi y cortarme el rollo en dos días. Si quiere, que abra él un bar y ya iré a verlo yo cuando quiera. O sea, Valencia, muy bien, chicas. Hans ... absolutamente recomendable ;-)

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  3. Pues yo lo he pasado muy mal, siempre lo paso muy mal a la vuelta de todas las vacaciones. Pinganilla, a parte del cambio horario (que a mi me mata y que ya me he enterado que es genético porque dice mi madre que mi padre se ha llegado a poner enfermo algún año), he conseguido concretar mas o menos dónde se concentra toda mi angustia a la vuelta: en el cuarto comodín de la casa. Se trata de un cuarto bastante pequeño dónde está la plancha, la ropa sin planchar, la ropa que no has querido colgar en el armario, las maletas sin deshacer cuando llegas, el zapatero (y por tanto algunos zapatos suyos en el suelo), la ropa tendida cuando llueve y, ultimamente, el telespocio (es que está al lado de la terraza, no penseis que es por otra cosa). Por cierto, que también es la habitación de los invitados y este fin de semana teníamos 2 enanitos de 3 y 2 años en casa. Pues bien: esta habitación tarda, mas o menos, una semana en volver a su ser y éste es , al menos, el tiempo que dura mi angustia. Una vez ordenada, más o menos, toca recordar las obligaciones para esta temporada:

    * Recopilar información sobre las hogueras y, fundamentalmente, sobre los disfraces, que el relato de faq sobre el travestismo local no convenció completamente. Juli, no te olvides de recoger información sobre "las comedias". Hablamos algo de fotos antiguas tambien, verdad?. Pues eso es tuyo.
    * Repasar la campaña electoral en Internet y preguntar a los políticos por el ADSL en los pueblos, ¿que es eso de que ellos tengan blog y nosotros tengamos que salir fuera para tomarnos una copa?. Por lo que veo, faq ya ha puesto un post y un comentario que no tiene desperdicio.
    * Nueva campaña de difusión. Paciencia, que acabo de salir de la angustia.

    Y, claro, hablaremos de la cata. Pochanca, tu habrás ligado mucho (joer, tia, si el tipo ese abre bar, avisa), pero aquí fuimos muy felices por las bodegas y viendo estrellas y hablando un poco de ti y del resto de indocumentados y, sobre todo, que en Valencia seguro que no te atendieron tan bien como en casa Pinganilla. ¿Koldo está mejor?.

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  4. Oye, faq, ¿y se puede saber por qué no nos avisaste del atasco?.

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  5. Antes de marchar me pareció oír que alguien de Zaragoza decía que utilizaría un ruta alternativa porque era de esperar semejante atasco y no creas, estuve a punto de daros un telefonazo. No fue por falta de tiempo,la próxima vez prometo comunicaros el estado de las carreteras.

    ADSL? He mandado un correo al Patxi para pedir que se tenga en cuenta el mundo rural y ni me han contestado...mucho blogger y comunicación directa con la gente pero a la hora de la verdad nada de nada.

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