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domingo, 23 de enero de 2005

GNU en el corazón

En Labraza no sabemos guardar un secreto, debe ser por el viento. A menudo la vida nos resulta tan incomprensible, tan difícil de entender, tan torpes y aislados nuestros actos, que cuando alguien consigue llegarnos, lo llevamos siempre en nuestro corazón y se queda en nuestro pensamiento por lo menos durante 15 años. ¿Cómo pretender entonces que no hablemos de ello?. Lo contaremos y volveremos a contar hasta que podamos entenderlo. ¿No confías en que pueda mejorar algo que sólo quieres compartir conmigo?. No me lo des entonces, seguramente lo necesitaré compartir. Un día de sol, un día que te piense mucho.

4 comentarios:

  1. El secreto está en no saber guardarlo, la vida es más comprensible cuando los secretos se cuentan y se comparten. El secreto produce un dulce placer temporal que con el tiempo se va tornando en algo que necesitas contar porque quieres que se te libere de la duda.

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  2. Quizás sea el tiempo lo que me falte, o el alma de poeta, pero yo sigo pensando que solo tenemos una vida para tratar de comprender al otro. Amar al otro desde la negación de su posible capacidad de comprensión suena, sospechosamente, a querer retrasar un desencuentro que tememos. El miedo al desencuentro es probablemente lo que nos paralice. Y estamos en nuestro derecho, porque se trata de un miedo que nació ya en las largas tardes de invierno, cuando todavía éramos pequeños.

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  3. Me alucinais y me rallais ... anda, tomaros algo!.

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  4. Yo me pido un vino, rioja, para celebrar tanta creatividad y sensibiidad. Ponle otro vino a Pochanca

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