NO ME HAGAS MUCHO DAÑO

El dominical de El Pais dedica una de sus páginas a analizar a un personaje partiendo de una fotografía. Me parece genial el análisis a Rajoy
El texto es de Juan José Millás y la fotografía es de Paul Hanna

El rostro del presidente del Gobierno es el de la España de hoy ante el torturador. Rajoy es el mandado, el último mono, el mensajero... Él no es el culpable de los males, sino la realidad. Esa mano que asoma por el borde inferior de la fotografía y que parece de otro es la suya, la mano de Rajoy, que al desplazar ligeramente el nudo de la corbata intenta cambiar la angustia de lugar. También son suyos esos ojos de pánico y esa boca cuyo gesto oscila entre el asco, el miedo y e! desprecio. Todo él es Rajoy a los dos días de haber echado la culpa de nuestros males a la realidad.
No soy yo, dijo, es la realidad. Parece que soy yo el que toma las decisiones, el que se ceba contra el débil, el que persigue al que no tiene donde caerse muerto mientras protege al evasor de impuestos, pero no soy yo, es la realidad. Eso dijo. Nosotros, usted y yo, también Rajoy, estamos hechos de materia oscura, como el universo. La materia oscura, por su propia naturaleza, no se ve, pero a veces se manifiesta en la mirada, en el rictus de los labios, en la expresión del rostro, en el gesto con el que retocamos un detalle de la ropa. Esta imagen ha logrado Sacar a la luz la materia oscura de la que está hecho nuestro líder, y es evidente que está hecho de espanto, de perplejidad, de extrañeza, de falta de resolución, de estupor, de duda... No soy yo, es la realidad, son las circunstancias, es Europa, es Merkel, Draghi, es Lagarcle. Yo soy un mandado, soy el último mono, el mensajero, el ejecutor, incluso, si ustedes quieren, el verdugo, soy el viejito de Berlanga con un maletín lleno de hierros, dispuesto a armar el garrote vil allá donde sea menester para ganarme el sueldo. Ese rostro de espanto és el rostro de la España de hoy ante el torturador. No me hagas mucho daño.