-->

jueves, 19 de agosto de 2010

La provocación de la poesía

Ilde consiguió lo que parecía imposible: juntarnos un rato para hablar entorno a un poema y salir más felices de lo que habíamos entrado. Y mira que el poema, el que nos había propuesto como aperitivo, comenzaba mal:

"Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada
..."

Pues, aún así, salimos más felices, yo diría que casi eufóricos. Quizá porque habíamos hablado entre nosotros, porque habíamos escuchado las impresiones de los demás y porque sentíamos que nuestra percepción del mundo y de la vida acababa de enriquecerse. Es lo que pasa a veces. Cuando menos te lo esperas, con lo que menos te lo esperas. Como con la poesía, por ejemplo, ¿quién se lo iba a imaginar?

Hemos acabado de momento con las sesiones (sólo hemos tenido dos, tranquilos), pero seguiremos: el que tenga el gusanillo de querer leer un poema junto con otros, de escuchar a los otros o, simplemente, las ganas de saber de los otros, que se apunte. Ha sido un experimento sin apenas organización, sin estar seguros de lo que aquello podía dar de sí, de qué podíamos pintar o de qué iba a ir aquello, de si podría tener entidad como para plantearlo como Alepo... sólo porque muchas veces hablamos en el bar en broma de que habría que montar una universidad de verano en Labraza. Quizá un día Ilde lo dijo un poco más alto que otros días, le pillamos la palabra y le dijimos: pues empieza, Ilde, ¿por qué no organizas algo? Y ha sido todo un placer escucharte, Ilde, y aprender y participar con lo que a cada uno nos iba surgiendo.

Os mantendremos al tanto para las próximas sesiones. Si conseguimos local ;-)

IR CABECERA